¿Has visto alguna vez videos de gatos cazando? ¿Has notado que los gatos están relajados, incluso parecen dormidos, y luego de repente explotan en acción? Los gatos se sientan y esperan a los depredadores y son capaces de pasar de una vigilancia más encubierta de los alrededores a una acción repentina extremadamente rápida. Eso hace que detectar las señales sea muy difícil, pero se supone que sí.
Como un comentario rápido: es muy poco probable que el castigo físico sea efectivo. Yo solía ser de la mentalidad de “botella de chorro”, pero su efectividad es extremadamente sospechosa. Básicamente, estás asumiendo que el gato está conectando tu agresión apropiadamente, en vez de verla como una razón para la suya propia. En otras palabras, puedes estar enseñándole exactamente lo contrario de lo que quieres enseñarle aquí…
Basado en varias investigaciones, los gatos tienen un período de sensibilidad de socialización de alrededor de 12 semanas y durante ese período necesitan ser manejados y socializados con humanos y con otros gatos. Basado en su descripción, usted estaba manejando el gatito de períodos anteriores, pero no fue completamente socializado con otros gatos y así es como aprende algunas de sus habilidades de interacción. En ausencia de los otros gatos, la única fuente de aprendizaje en este sentido ha venido de sus esfuerzos.
También, como usted señaló, su gato es nervioso, que es otra razón por la que creo que el problema es el tiempo insuficiente de socialización. No ser especialmente cariñoso es también otra señal. Es probable que el gato retenga este patrón general aunque finalmente confíe completamente en usted y en su pareja. Lo único que hay que tener en cuenta es que un gato sospechoso, desconfiado y confinado sólo va a aumentar la agresión, no a dominarla.
En este punto, sus mejores opciones son buscar formas de fomentar el comportamiento más deseable y esto requiere mucha paciencia. Cuando era mucho más joven, adoptamos un persa que había sido horriblemente abusado por el “hombre” (tengo una opinión muy pobre de los abusadores de animales) de la casa y como consecuencia le aterrorizaban los machos y las voces masculinas. Pasé muchas, muchas, horas a mi lado y con el estómago lleno hablándole y persuadiéndole con golosinas y mascotas cortas hasta que finalmente llegó a confiar en mí y dejó de tener miedo. En ese momento, se convirtió en un enorme gato faldero, uno que felizmente se acostaría sobre ti y disfrutaría acariciándote durante horas y horas.
Creo que un enfoque similar puede ayudar aquí. Básicamente, empezar con caricias de muy corta duración y recompensarla con un regalo al final de la sesión si no reacciona agresivamente. A medida que pase el tiempo, aumente lentamente la duración de las sesiones, manteniendo la recompensa por el éxito hasta que supere su deseo de morder. Puede que nunca reaccione positivamente a otros humanos, pero si puedes llevarla a un lugar donde lo haga contigo, eso es algo al menos. La paciencia es la clave, puede llevar muchos meses.