Cuando pongo a mis gatos en el transportador (no les gusta) utilizo el siguiente método:
- Pongo el transportador en pie de manera que la puerta esté orientada hacia el techo
- 2. Cojo el gato y lo pongo de forma que sus patas traseras entren primero. Esto hace que sea bastante fácil mantener las patas traseras juntas para que no intente sostenerse por sí mismo para entrar en el transportador. Con el transportín vertical así, el gato cae al fondo y tengo la oportunidad de cerrar la puerta.
Esto es quizás más claro con una foto, así que aquí estoy yo sometiendo a uno de mis gatos a esto:
También, como preparación, llevo a mis gatos a una habitación donde no puedan esconderse, porque tan pronto como ven el transportín buscan un lugar para esconderse :-) Una última idea es tratar de atraerlos con una golosina, pero mis gatos se dieron cuenta muy rápido y dejó de funcionar.