Los problemas de la piel pueden ser especialmente problemáticos, créeme, lo entiendo. Tuvimos un problema de piel en casa durante varios meses, y el gato que lo tuvo peor sólo tiembla de miedo cada vez que un extraño la mira. Sacarla de la casa y que los veterinarios la picaran varias veces fue horrible para ella. Por el lado positivo, se siente mucho mejor ahora que no se lame constantemente, y las visitas no afectaron su comportamiento a largo plazo.
Conseguir una opinión especializada
Finalmente llevamos a la familia (los cuatro gatos) a un dermatólogo veterinario. Un veterinario regular (quizás un veterinario móvil que pueda ir a su casa) debería poder darle una referencia a uno si vive cerca de una gran ciudad.
Si no vive en algún lugar que tenga acceso a especialistas veterinarios, intente llamar y averiguar si hay un veterinario local que practique la telemedicina. En esta práctica, un veterinario general puede enviar electrónicamente fotos, rayos X, análisis de sangre y cualquier otra información relevante a un especialista para un diagnóstico. Los veterinarios a menudo se suscriben a estos servicios.
Por ejemplo, mi clínica de emergencias tiene acceso a un servicio de telemedicina. Cuando llevé a un gato que estaba sin aliento, el veterinario de emergencias le hizo una radiografía de los pulmones y pensó que era asma, pero no estaba seguro. Lo envió a un especialista y el especialista dijo que era una insuficiencia cardíaca congestiva (pasaron unos 45 minutos desde que le tomaron la radiografía hasta que tuvimos el diagnóstico del especialista). Los tratamientos para las dos condiciones son completamente diferentes, y sus respuestas (y posteriores visitas al cardiólogo) confirmaron que realmente tenía un problema cardíaco.
Mejorando la visita al veterinario para su perro
Dondequiera que lleve a su perro, asegúrese de notificarle con antelación que su perro le tiene terror a la gente. Un buen veterinario debería poder agilizar su visita para que haya menos estrés en su perro. Por ejemplo, si llamas cuando llegas al aparcamiento, pueden venir a buscarte cuando tengan una sala de examen disponible. Esto le permite esperar en el coche (controlando su entorno) e ir directamente a una sala de examen, evitando la espera en la sala de espera con un montón de otros humanos y animales extraños. También puedes pedir que el veterinario haga las tareas que los técnicos/asistentes normalmente hacen, lo que reducirá la cantidad de entradas y salidas de humanos extraños a la sala de examen.
Con algunos de mis gatos me llevaré una manta que huele a casa, y dejaré que se escondan en la manta cuando no estén siendo examinados. Los veterinarios han sido muy comprensivos (incluido el cardiólogo que se sentó en el suelo mientras yo tenía a Hunter en mi regazo bajo una manta) para explicar sus problemas de salud.